lunes, 20 de junio de 2011

Los bosques de un cuadro.


En una calle solitaria, se encontraba la niña sentada esperando a su alma, a su vida llegar. Pedía con pasión que cada gota caída valiera la pena y pagarán sus deudas con el destino. Pasaban soles, lunas y millares de estrellas y ella esperaba que aquella deuda quedara saldada. Se angustiaba al ver marchitarse primaveras en sus ojos y encender los bosques y recuerdos en cada invierno consumado. Añoraba crecer y bailar entre las amapolas y deseos mas conseguía escenas y retratos de funerales y féretros negros. Donaba sus suspiros a la muerte para que le escuchara un día y detenía el movimiento de sus frágiles pies cuando pensaba que ya se acercaba la dama de vestido negro... 
Es una calle solitaria donde encuadro mi memoria y mi presencia en este mundo donde espero encontrar mi alma, mi vida. 

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