miércoles, 1 de junio de 2011

Dos Lunas, un misterio y una oración al viento...


El momento es, justo como aquel, que había pensado para salir huyendo de tu sinfonía castrante de tenerme para siempre.
Si, estaba en lo correcto. Dos lunas, un misterio y una oración al viento conjurarían mi partida al cielo verde.
Señal sagrada que esperaba mi tortura, mi anhelo por tenerte desnudo de pensamiento, de prejuicio y sabor a miel.
Lloro despacio para no invocar los fantasmas de tu inocencia y evitar que quieran venir a consolarme, al tiempo de la sangre fluyendo por las heridas que tus amantes me hacen con cada beso que germinan en tu boca, mi boca.
Invoco al fuego para que este destruya, consuma, embriague, desnude tu recuerdo en mi, dejando la puerta abierta a exiliar a cada célula de mi cuerpo que tocaste, que sedujiste y al final abandonaste.
Espero que las manecillas del reloj torturen al tiempo, al cielo, a las aves, a mis ojos.
Espero que el sol se hunda en el mar cantando con mi ultima mirada al horizonte. Abandono mis caminos de oro, de pasiones donadas a los demonios blancos, a los jinetes de sensaciones, a los otros que pudieron salvarme, a los que no pudieron salvarte.
Si, es el momento de abrir los poros para partir en aquel barco de papel donde escribí aquella carta que decía: “Te dejo mis ojos, te dejo mi boca, te dejo mi esperanza, te dejo todo mi ser, pero te lo dejo todo en tu espalda para que no llegues lejos, para que no te vayas.” 
Si, es el momento naufrago de mi destino, donde no camino sino floto, donde no existe el tono, donde la vida termina danzando entre las ramas de un árbol muerto.
Si, es el momento, justo como lo recuerdo. Bailaste en mis pupilas por primera vez y sabía que tarde o temprano iba a necesitar dos lunas, un misterio y una oración al viento. 

2 comentarios:

  1. Me gustó la imagen del cielo verde, pero más me agrado el núcleo del texto.

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  2. Carajo, eres grande y pusiste letras a mis sentimientos, ¡soy tu fan! =)

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