lunes, 29 de octubre de 2012

El ciclo


Encontrar la salida que me deje permanecer
cerca del latido de un corazón extraño.
Adentrarme a la sensualidad de la oscuridad,
oler la fragancia que pudre los sentidos.
El humor perfecto desbordando adrenalina,
silbando como pavo real al cortejo nocturno.
Evocar a Dios en cada palabra inexistente,
desenterrar los pies de la tierra y las raíces.
Cansado del agobio del miedo y el amor
desdoblar las canciones que queman el alma.
Borrar los recuerdos con lágrimas dulces
todo para encontrarse de frente a la muerte,
morderle las manos de rabia y ansiedad,
una ansiedad que eriza las ganas de amar.
Traicionar los paradigmas de nostalgia y daño,
atreverse a caminar sobre las brasas del pasado,
extraerse el corazón y dejarlo a la luz de la luna.
Pintar las paredes con la sangre de las muñecas,
dejar caer suavemente el cuerpo al fuego.
Levantar el alma y obligarla a mirar el cuerpo,
torturar su mirada frente al espejo vacío.
Prometerse regresar sin nada que sanar,
devolver el favor de infelicidad a la tribu.
No saciar el hambre del temor con los errores
y volver a comenzar hasta quedarse sin aliento.
Te has enamorado y muerto al mismo tiempo
enciende una vela, ponle mi nombre y tu adiós.


sábado, 18 de agosto de 2012

Dicen...


Dicen que mis ojos se hundieron en los tuyos,
que convertí mi luz en el fuego que te abraza,
que cavé mi tumba con lágrimas, con tu olor,
que invoqué al olvido el día que te besé.

Dicen que fueron testigos de mi vida,
la misma que te di envuelta en pétalos marchitos,
la misma que no pertenecía a este mundo,
la misma que engendró mi muerte, mi vida tu vida.

Dicen que mis huesos crujieron entre tus manos,
que mis órganos gritaron pájaros de auxilio,
que las diosas sintieron orgasmos al verme morir,
morir por verte vivir, por verte fornicar con mi dolor.

Dicen que escucharon mis lamentos, mis latidos,
los últimos latidos que tocaron aquella canción,
la que compuse con las caricias ausentes.

Dicen que así estaba escrito, que así debía ser,
que tu partida se asfixiaba en tu destino,
que tus manos nunca fueron mías, ni de ellas,
que tu adiós lo escupías desde tu llegar.

Dicen que yo maté al amor en ti,
que te enseñé a reír, a volar, a lastimar;
que te entregué mi lengua envenenada,
que te obligue con orquídeas a olvidar.

Dicen que yo, dicen que tú,
Dicen que la culpa es mía, es tuya, es de dos.
Dicen y dicen y no paran de decir
Todos los reflejos que te vieron un día llegar
y sobre el vuelo de una mariposa partir. 

martes, 14 de agosto de 2012

Promesas de Origami


Alguien toca las piernas de la luna
Se sienten ásperas, sus medias de cartón.
Ese alguien, sueña con tenerla, besarla
estrangularla, hacerla suya con el viento.
Sueños de príncipe angustiado.
Ansiedad por los espacios que desocupan
las estrellas al volar, al caminar, al morir.
La luna se estremece y sonríe para brillar,
se cubre el rostro con algas que nacen
del río de sus poros, se sonroja y goza.
                                           (cree gozar)
Se envuelve entre esperanza y muñecas.
Sus uñas exclaman poesía erótica.
Se colapsan galaxias mientras sus dedos,
sus sucios dedos juegan con la gravedad.
Se contraen, se oxidan su pezones
se contrae su dignidad, su corazón.
Mirada al horizonte opresor de fantasías.
Espejo de realidad, una lucha sin victoria.
La inocencia derrumbada, aturdida.
Se apaga la luz de sus soles, se pregunta:
¿Cuántas mariposas más han de pasar?

Alguien toca las piernas de la Luna
Ella, suspira. Se tranquiliza, respira.
Se propone nunca volver
Ese alguien creyó colonizarla, es suya.
Se propone volver, quedarse.
Así como la víctima llora, se pudre.
Así la Luna deja que alguien,
ese alguien, le toque las piernas.


jueves, 9 de agosto de 2012

Hace unas cuantas mariposas


¿Hace cuantas mariposas que no sé de ti, caballero de la luz?
Recuerdo que partiste a cazar sirenas en los océanos de miel.
Justo cuando una rosa floreaba en mi garganta,
rosa con injerto de orquídea negra que nacía.
Echaba raíces hasta mi corazón, bombeaba lodo y dolor.
Las hojas sin vida colorearon mi piel, la secaron.
Sus espinas desgarraron mis órganos, tejidos y sentimientos.
Y pasaron mariposas con alas florales, con alas de agua,
con alas de calabaza, con alas de nieve y tú no volvías.
Pasaron noches con lunas hirviendo en lava, días opresores de vida.
Y no volvías, estaba triste, mientras la rosa se secaba, se partía.
Quise gritarte pero algo rasguñaba mi traquea, lo que quedo de mi alma.
Has vuelto, caballero de la luz, has vuelto a mi lecho de muerte.
Hoy la rosa se ha partido, se quedó sin brillo y sin tus besos.
Toma las semillas de mi pecho y siémbralas lejos, en el cielo.
Cuantas mariposas han pasado desde que huiste,
desde que huiste a la nada, cabalgando humo de hierba santa.
Cabalgando mi destierro, forzando mi exilio a ese lugar obscuro.
Traté de abrazarme a la vida, ella me rechazaba.
de la misma forma que tus brazos a mi corazón,
de la misma forma que las mariposas rechazan quedarse,
volando de cama en cama, de cielo en cielo hasta morir,
hasta aferrarse a la espalda de la piedad, que no tuve.



miércoles, 11 de julio de 2012

Diálogo estelar


¿Qué dirían las estrellas de la mediocridad que brilla en mis lágrimas hipócritas?
Hipócritas son sus caricias, consolando mi espalda cansada de cargarte y verme derrotado al no poder conjurar al olvido.
Trato de maldecirte pero tan solo escupo mariposas que se posan en tu alusión, en la brisa que cabalga tu aroma, en la blancura de tus dientes quebrados.
La consciencia no me alcanza para seguir flagelando mi amor terco por ti, incluso las ideas de suicidio, manipulación, seducción me huyen, se esconden detrás del ultimo abrazo sopesando en la esperanza de volver a anclarte en mi.
He sentido las traiciones de la vida y ninguna alcanzó a rozar mi coraza como lo ha hecho el peso de tus pasos alejándote,  huyendo con tiempo para prevenir que mis caricias terminaran de ahogar tu vicioso corazón.
Encuentro remedio en las risas y las mascarás colgando de mi sufrimiento, sacian las ganas obstinadas por buscarte entre los montes de cuerpos sin vida y al mismo tiempo los agrandan con aquellas almas que pagan la deuda que tienes conmigo.
Me negaste las olas indomables de tu mar,  verte volar sobre la nube de sueños que conjuré para nosotros, me prohibiste verte fornicar con sirenas y traerme sus hermosas colas como regalo, borraste el hálito de tus pestañas con el que mi corazón trabajaba y todo ¿Para qué?
Para que las estrellas hablen de la mediocridad embarrada en el recuerdo, recuerdo que se va fugando a los brazos de la muerte y yo con él. 

viernes, 6 de julio de 2012

Nocturno I



Te conozco noche obstinada
se que vendrás a ofrecerme
su cuerpo bañado de estrellas
tocarás la puerta de mi almohada

insistirás al ver en mi oído mudo
anidarse tus lamentos
Te conozco bien noche lúgubre
No dejarás que mi alma repose
la atormentarás con su aroma
Y volverás a tocar tan fuerte
agitando el lodo de mi corazón
Tocarás tan fuerte hasta ver
mis pulmones deslavarse
Gritarás y enfurecerás de mi desprecio
colgarás en mi ventana risas
e iluminarás con el blanco de sus dientes
para que no alcance el sueño
para no evadir tu veneno
Te conozco bien noche obstinada
Sé que tremolarás por mi llanto
e invocarás la legión de mis miedos
Será la soledad quién proteja 
las ultimas flores de mi pecho
Ya en el punto máximo de tu negrura
adornarás el viento con su brillo
para verme correr entre tus laberintos
para verme derrotado en su ausencia
Te conozco noche obstinada
se que vendrás a verme de nuevo. 

miércoles, 23 de mayo de 2012

Letanía a Dios


¿No sería mejor extraer todos los suspiros,
vaciar el espacio entre la piel y el corazón,
dejar el polvo sobre el sucio recuerdo de ti,
entregarle las ilusiones a una lechuza sin cabeza?

¿Qué sería sí le devolviera  a Dios el sentido
de la vida?

¿Qué sería si soñara con no despertar y ver
las esquirlas de un ángel concederme el
misterio de la muerte?

Y sí entre tanto reclamarle a Dios
termino por escupirle el color de mi vacío,
acabo con su rabia escondida entre sus manos,
pulverizo su presencia en mi cuerpo.

Quisiera presumir el rocío de la vida
pero la vida es tan seca como el lagrimal
de una puta enamorada de su reflejo.

Quisiera de tantas maneras
navegar entre los mares densos
de mi melancolía, remar entre la nada
que habita mi mente y después…

Dios, mi corazón se ha vuelto polvo
¿Qué haré con tu muerte?  

sábado, 12 de mayo de 2012

Anatema de mi locura

Son cuervos, Virginia, son cuervos los que cargan a Alejandra. Traen mi féretro.

Anda, ve y maquíllate.
¿Traes contigo las piedras? Recuerda que consumaremos la ultima inocencia con el aullido del lobo.  

No te preocupes por escribir, las estrellas tienen instrucciones de plasmar nuestros ideales sobre el firmamento.  ¿Sientes cómo quema el aliento de los minutos que van muriendo entre tus poros?
Enciende las velas y plántalas en mis pies, avisaremos al infierno cuando sea la hora marcada por los ángeles de nuestro destierro, deja que echen raíces.

El nombre del árbol lo sabemos Tú, Alejandra y Yo. 
Adelántate, asegúrate de que Orozco tenga listos los talismanes. 
No sé si sobrevivamos a la angustia embriagarte que provoca mi vacío.
Camina sin temor a la orilla de ese río, no volverá a tragarte su misoginia, al contrario hará florear lirios con tu rostro, con tu tono de piel, con tu miedo, con tu sonrisa.
Pinta el suelo con el color de la canción de sol. 

Desprende tus ropas, desnuda tu miedo, doblega a la muerte, recibe a Alejandra y vuelen. 
Me haré cargo de ablandar estás cuatro paredes que nos pudrieron el corazón mientras se funden con el polvo.   La jaula nunca se volvió pájaro, ni cuervo, se convirtió en su auxilio, en su destino obstinado.
Siniestro delirio amar a la vida, gran lección enmarcada entre nuestras venas que seguirá fluyendo entre la mirada de los agobiados.
La luna danza al otro lado de la noche, cree burlarse de nosotros, solo se engaña, sufre más.  Las veo hechizar al viento, las guía entre el polvo, los recuerdos y la historia.  Llegó mi carroza arrastrada por miles de moscas, es tiempo de partir, de tatuar mi rostro en el pecho de la madre tierra.  Virginia espera, no te vayas, Virginia, no son cuervos, es la nada.

viernes, 27 de abril de 2012

Rechazo


Bailó la luz en mi sonrisa
quemando las estaciones viajeras
emanando el rechazo de tu noche
Golpes en la traquea
Ya no se gritar y aun duele
Gimió la esperanza en mi iris
ablandando el cansancio
tapando tu corazón mesquino
Caricias del pavimento
Ya no se mirar y aun persistes.
Murió la luna en tus pestañas
olvidando a la hechicera blanca
pudriendo los besos robados
Halagos taciturnos en los dientes
Ya no se abrazar y aun me quema.  

martes, 13 de marzo de 2012

Destino dibujado


¿Será mi pecho el lienzo para trazar
las alas rotas del desprecio?
¿Acaso las lagrimas derramadas
por la muerte al no tenerme,
evocan mi cementerio en tu abrazo?

Dulce melancolía embarrada
entre mis labios desérticos,
Tentación inerte de saborearme
con el olor a mi ausencia.

Visitas del infierno a mi mente,
mapas abstracto de mi angustia
Soberbia derramada en mi espalda
escondiendo tu mejor detalle.

Regalar aquellas jacarandas
que anidaron en mi corazón.
Consumiendo el tiempo
que expira entre tus manos húmedas.
  
¿Para que arrancarme los vicios?
Si volverán con nuevas mascaras,
nuevas bestias con dientes sedientos
de mi sangre, de mi masoquismo.

¿Para que invocar a Venus?
Si regresará a esconderse en su concha
mientras mis venas nutren ríos
y mis lagrimas envenenan los rosales.

¿De que servirá esté dolor?
¿A quién adornará con orquídeas?
¿Quién renacerá de mi muerte?
¿Para que amarte sin poder tenerte?

La ultima pestaña caerá
de tus dedos de cartón
escondiendo quizá mi sonrisa
terminando tal vez con mi vida. 

viernes, 17 de febrero de 2012

Epitafio

Una canción para mi ausencia
dolores coloreados con flores
Oraciones sembradas en el recuerdo
un tiempo marcado y obstinado

Son seis manecillas señalando
el pasado comiendo mis pulmones
el presente preguntando por él
un futuro atrasado y olvidado

Marcas de sangre y tinta china
perfume que aguarda su entrada
un miedo redondo gimiendo
una partida deseando luz

Son palabras orquídea
son solo palabras evocando tu final
disfrutando el momento sabio
disfrutando de su dolor

Tranquiliza a las gaviotas
ahogadlas en un torbellino
embriagadlas con el sutil calor
de tu beso

Respiren mariposas
respiren el aroma de la libertad
evoquen entre sus alas mi muerte

Maldita la hora en que nacieron
los susurros pegados a mi cuerpo
Maldita la arrogancia del universo
por traerme a un mundo negado a mi

Amor a la vida y a sus poemas
despertar descalzo y sentir el abrazo de un sol
Conocer dioses que guardan entre sus pestañas
miradas de admiración y dicha

No podría despedirme de mejor manera
Abriendo los brazos y recibir lava
el infierno me desgarra la vista
y la condesa se expande en mi deseo

Una sonrisa de cartón
húmeda y silenciosa
con ganas de  partir
hechizando reflejos de felicidad

jueves, 16 de febrero de 2012

Resistencia

Para Sergio EVH

Has de resistirte al canto de la sirena herida, a la dulce melodía que emana de su boca hilvanada con las pestañas que cayeron buscando tus sueños, los mismos sueños que se construyen frente a tu reflejo de ceniza.

Resiste a la furia de un corazón podrido, que ha floreado en tu memoria y aunque evoques a la locura no podrás escapar de su purulento aroma.
Mantente firme sobre las olas que hará caer entre tus sabanas, entre tu almohada.

Podrás correr y esconderte entre el musgo que crece entre las piernas de una hechicera, entre los montes que se encienden las noches de tambores. Podrás fumar la pipa de la vieja anciana para conocer los secretos de la vida pero te alcanzará la noche con su mensaje obstinado.

Conocerás las fases de la luna entre su iris y verás cristales cortando su rostro cuando se enfrente a las ilusiones oxidadas de su destino. Te llegarán augurios de riqueza, placeres y de orquídeas, puestos para embarrarlos sobre tus manos, preparándote para exigirle al amor su ofrenda.

Y cuando veas que su cuerpo se evapora, te volverás a resistir a dejarla partir. Ofrecerás un anatema por su regreso, evocarás con el olor a rosa su piel, su amargo abrazo y te toparás con la nada, con el vacío que siempre dejo entre suspiros y al que siempre te resististe.  

sábado, 7 de enero de 2012

Descifrando...

Para F. Romero
Escribiré mi nombre entre las nubes, 
escondiendo entre ellas golondrinas y orquídeas 
para que cuando sientas que la brisa del mar 
te levanta la mirada, descifres los tonos de lo que siento 
y con ello, evoques recuerdos de sonrisas
que raspan cómo lijas al rencor.
Escribiré un poema con las pestañas 
que se fueron volando
llevando los sueños que construimos un día
y que seguimos esperando.