lunes, 2 de mayo de 2011

Y en un segundo

Para alguna mano lejana
…Y en un segundo, siento como una mariposa acaricia tu rostro a miles de kilómetros. El viejo y cansado reloj al cumplir su destino, me muestra llorando, tu vacío y dolor. Mis células danzan al borde que enciende mi dermis. La prudencia me lleva a buscarte sobre aquel cementerio que se encuentra en la cima de tus orgasmos amontonados. El gemido de tus musas fornicando con las mías, danzando y cogiendo el salpicar de líquidos sentimientos. El tocarte con la mente, acariciarte con el espíritu, lamerte con el aura, abrazarte con el ruido del choque de tu pelvis con la mía a la distancia equivalente a la planta de un gigante. Dejarme devorar por las ganas de salir corriendo y olfatear tu punto de erección, dejarme penetrar por el resto de tu estancia en mis sabanas percudidas, dejarme ahorcar por el estremecimiento de mis pezones agonizantes de dulzura. Y en un segundo, siento como una mariposa cae muerta acariciando mi rostro por tu desprecio a miles de kilómetros de ti.   

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